Reimaginar las empresas para superar los desafíos del 2020

El momento actual, aunque enfrentamos situaciones muy lamentables, está lleno de oportunidades para repensar sobre cómo estamos actuando y cómo podríamos hacerlo en el futuro inmediato, debemos promover el pensamiento crítico y la inteligencia colectiva para ampliar nuestra visión de la realidad y sobre todo identificar las expectativas sociales para ser parte de la solución e impulsar un mundo mejor.

Recientemente nuestro equipo de Komunika hizo una publicación sobre la gestión de la confianza en tiempos de incertidumbre. Allí se reflejan unos datos de un estudio realizado por Edelman que, entre otros hallazgos, señala que solo el 38% de las personas creen que las empresas están haciendo un buen trabajo anteponiendo el bienestar de las personas a las ganancias. Este número y muchos otros reflejados en ese estudio evidencian que las empresas y la actuación de sus ejecutivos no están cumpliendo las expectativas de la sociedad en este momento de crisis.

Por esta razón es imprescindible que las empresas profundicen en su propósito para trascender en temas sociales y ambientales, para lograr la sostenibilidad del negocio y su desempeño económico.

Tres desafíos principales 

Desafíos

En enero de este año, en la reunión anual del World Economic Forum, su fundador Klaus Schwab presentó el Manifiesto de Davos 2020 sobre “El propósito universal de las empresas en la Cuarta Revolución Industrial”. Este documento hoy tiene mucha más relevancia que hace unos meses, resumo los tres ejes principales del documento:

  1. El propósito de las empresas es colaborar con todos sus stakeholders en la creación de valor compartido y sostenido. Al crearlo, las empresas no cumplen únicamente con sus accionistas, sino con todos sus stakeholders: empleados, clientes, proveedores, comunidades locales y la sociedad en general. El mejor camino hacia la comprensión y la armonización de los intereses divergentes de todos los stakeholders es la adquisición de un compromiso común con respecto a las políticas y las decisiones que refuercen la prosperidad a largo plazo de las empresas.
  2. Una empresa es algo más que una unidad económica generadora de riqueza. Atiende a las aspiraciones humanas y sociales en el marco del sistema social en su conjunto. El rendimiento no debe medirse tan solo como los beneficios de los accionistas, sino también en relación con el cumplimiento de los objetivos ambientales, sociales. Los salarios del personal ejecutivo deben reflejar la responsabilidad ante los stakeholders.
  3. Una empresa que opera en el ámbito multinacional no está únicamente al servicio de todos los stakeholders directamente implicados, sino que es por sí misma un stakeholder —junto con los gobiernos y la sociedad civil— de nuestro futuro global. La responsabilidad cívica empresarial global exige que las empresas aprovechen sus competencias básicas, su espíritu empresarial, sus habilidades y los recursos pertinentes en iniciativas colaborativas con otras empresas y stakeholders con el fin de mejorar el estado del mundo.

Hay que resaltar que el World Economic Forum reúne a los principales líderes económicos, políticos y sociales del mundo, parte su agenda de trabajo ha sido analizar por muchos años el nivel de desconfianza creciente que existe sobre los distintos actores de la sociedad a nivel global.

En este momento la generación de confianza debe ser una prioridad en todas las estrategias que pretendan la reactivación de las empresas. Los líderes empresariales tienen que comunicar de manera proactiva, empática, asertiva y oportuna para generar certidumbre.

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Tenemos la oportunidad de reinventarnos, reimaginarnos un mundo mejor y construir una nueva narrativa que llene de entusiasmo a la gente. ¡Déjanos asesorarte en este proceso!

Fuente: Artículo original de Juan Carlos Roldán para Martes Financiero
Partner – Head of C-Suite Advisory Services
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Linkedin: Juan Carlos Roldán

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