De las relaciones comunitarias a la economía de la reputación

Con la entrada en vigencia de la Ley 41 en el año 2007 que creó incentivos a través del Régimen Especial para el Establecimiento y Operaciones de Empresas Multinacionales en Panamá, cientos de multinacionales se han establecido en el país desde entonces, muchas de ellas apostando a su primera experiencia de operaciones físicas en un país de la región a través de diferentes inversiones y proyectos en varios sectores de la economía nacional.

Sectores como energía, alimentos, construcción, industrias extractivas, entre muchas otras, participan en diferentes operaciones en Panamá, un país con sus propias particularidades como lo es su posición geográfica estratégica que lo hacen especial desde antes de ser república hace más de 100 años.

Precisamente, sus particularidades hacen que las inversiones en Panamá, contemplen otros elementos diferenciados a un estudio de mercado per se, ya que hoy por hoy las buenas relaciones con las comunidades o, mejor dicho, ser un buen vecino, representa un factor fundamental para no solo obtener la licencia para operar, sino también para mantenerlas desde una perspectiva sostenible, creíble y confiable.

Sin embargo, más allá del crecimiento económico, se maneja el nuevo concepto de “La Economía de la Reputación” a la que el escritor Cees Van Riel señala que “ninguna empresa puede triunfar en el mercado, sino es capaz de alinear los intereses de los stakeholders Engagement internos y externos”. Y es que, la base de la construcción de la confianza está en hacer promesas y cumplirlas, es decir, que existe una necesidad absoluta de coherencia entre los compromisos y el comportamiento, entre el posicionamiento, la identidad y la misión corporativa, sostiene Van Riel en su obra Alinear para Ganar.

Es menester entender que, las organizaciones ya no son solo medidas por la calidad de sus productos, bienes o servicios, sino que actualmente son calificadas por su personal, sus comunidades, sus proveedores, sus clientes, las autoridades reguladoras y por supuesto los consumidores, muchos de ellos sus propios vecinos.

Economía de la reputación

Economía de la reputación

Ya no es suficiente “tratar de vender los ingredientes perfectos” con que se elaboran los productos, sino que es importante desarrollar la transparencia y la responsabilidad que tienen las organizaciones con sus stakeholders durante todo el proceso de fabricación de un producto para llevarlo a los consumidores.

Se puede estar en un país con leyes especiales para el establecimiento de multinacionales, un desarrollo portuario importante y una de las economías más pujantes de Latinoamérica, pero si no se contempla estrategias comunicaciones efectivas para el desarrollo coherente de las relaciones con los stakeholders, simplemente desaparecerán, ya que actualmente el poder de las redes sociales, los consumidores y las comunidades cada vez mejor organizadas pueden darle un jaque mate en poco tiempo.

Está de más decir y cuestionarnos, cómo multinacionales de sectores energéticos y extractivos, por ejemplo, quedaron recientemente fuera el mercado panameño cuando presentaron dificultades en obras ya avanzadas, a pesar de ser considerados como proyectos prometedores para el crecimiento económico del país. Simplemente su falla estuvo en la carencia de una estrategia comunicacional y comunitaria coherente entre lo que se dice y lo que se hace.

Nestalí Dimitri Geneteau
Consultor de Comunicación Estratégica
ngeneteau@komunikalatam.com
LinkedIn: Nestalí Geneteau